powered by FreeFind

 

 

 









OSCAR PORTELA
El poeta en su castillo
Por Alejandro Petroff

...

Dante camina junto a Virgilio en el infierno de la Divina Comedia. Y él, que también atravesó el río de los muertos, otea desde arriba, en lo más alto de su castillo, pero aún dispuesto a caminar el averno nuestro de cada día, donde los intelectuales son considerados bichos raros.

Es el poeta de Loreto con sus genialidades:

"Se escribe para callar, para acallar
las puras voces, las visiones que el silencio
pone en el corazón a la hora en que culminan
los trabajos del día. Se escribe para templar
a la locura, sus ásperos sonidos, la violencia
que precede a la zozobra, donde toda escritura
naufraga ahora y para siempre.
Se escribe, más que se dice, para borrar
el dictado que viene del silencio
y habla y desnuda el pánico donde se sostiene
el vértigo de la razón".

Es el poeta que tiene, desde hace rato, su propio universo. Aunque esta semana que se fue recién lo haya presentado en formato virtual. Lo merecía porque así su obra seguirá sorteando fronteras.

Es el universo porteliano, que está poblado de ideas y palabras.

Su poesía es un hechizo, una gema, una fresa salvaje en el paladar amargo de la monotonía mediocre que nos toca vivir.

De ahí que lo vincule con el Dante. Cuando el italiano relata en su obra que llegaron al pie de "un noble castillo, rodeado siete veces altas murallas, y defendido alrededor por un bello riachuelo" está definiendo la esencia, la proyección de nuestro poeta, aún sin página web.

¿Por qué? Pues porque este castillo del que habla Dante representa la fama inmortal que adquieren los poetas por sus obras. Y las siete murallas significan las siete virtudes: Justicia, Fortaleza, Templanza, Prudencia, Inteligencia, Sabiduría y Ciencia. El riachuelo es la elocuencia.

Todo eso sintetiza a Oscar Portela. Lo define. Así como su obra nos recuerda que este mundo sigue siendo habitable precisamente porque existe la poesía.

Alejandro Petroff