MANSION ARTAUD / SOMETIMES, I FEEL LIKE A MOTHERLESS CHILD
TEXTOS E IMAGENS DE MANUEL LOZANO
30-08-2003 www.triplov.com
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desdoblado


SOMETIMES, I FEEL LIKE A MOTHERLESS CHILD

TRES ELEMENTOS DEL MUNDO SOLAR

Nuestros años como la araña meditarán.
Salmos, LXXXIX, 9

Ebrio de la sangre de las piedras, idolatré a los caídos.

Se derramaron en mi pecho los ojos

de los forasteros que nacen en mitad del diluvio.

¿Es éste el desperdicio convertido en un ala?

¿Adónde otro amarillo vigía, la cruel envoltura

sumergiéndose hasta el pico del fósil?

La plegaria hilvanaría tu lepra con la sal

hecha furia para el éxodo cautivo.

Ya escuchas el aleteo incesante de la mariposa

sobre el filo negro de la desnudez.

Recuperas el desierto y sus trabajos.

Ya cavas la herida con lóbrego esplendor,

la lames por fin, la incrustas en tu historia.

Entonces, ¿por qué no habrías de morir bebiendo

en la maraña todo ese oro?



PALIDO CERCO DE LA SOMBRA

La vejez mecía mi corazón, como mece
una loca a un niño muerto. El silencio no me
amaba ya. Y la lámpara se apagó
.
O. W. de Lubicz Milosz


El visionario ha desollado la hendidura

por donde cae el amor, infancia adentro,

y en que aguardo el frío amante

del rumor de un irse de la tierra.

Perdido entre los tuyos,

te devorabas con fiebres

que engarzan y abandonan

el exacto rumor del bosque incendiado.

¿A qué crías, a qué sed, a qué funesta tribu

reclamaste por el oro de la lluvia?

¿Pero por qué se entregan esos hijos

que vienen con la esfinge tatuada de su lepra?

Nunca terminan los viajes bajo el puente,

bajo el puente donde un cuerpo tiembla:

tajo libérimo de la separación.

Hoy has llorado el mundo.

Huye todo presente.

Sin número, la música y el alba

calcinan los huesos de los hombres.

¿Quién acuña el hocico del ronco gemido del yacente?

Ahí tienes la tormenta.

Un ciruja en Bagdag bebe su sopa larvaria.

Pitágoras se sepulta en un sueño

con ataúdes de hierbas sin descanso.

Las viejas matronas alzan cucharas.

Whitman resplandece hasta doler.

París, tarde del 26 de diciembre de 1996


CANCION DE CUNA EN LA SUPERFICIE DE LOS CUERPOS

¿Has llorado con tu canto de brillante muerte,

si vienes con el licor inasible que manan los helechos

para ordenar la escritura del cadáver,

por amor al cadáver y su hundido teatro?

Alrededor de la pocilga, la sanguijuela ignora

los dientes arrastrando espuma de un oráculo

entre muslos entre destierros entre fogatas.

¿Has llorado con el olor de un grito,

si tu cama de malezas esconde el hormiguero

exacto de la locura?

Latidos de un tambor se extinguen

en el lujo pobrecito de estas tumbas.

No hay honras ni aceites en la cosecha.

¡Ay lluvias donde borrarme

el carnaval de mi amor por Nijinsky!

Esa cara advertía en tu fracaso

el fracaso desprendido de la lluvia.

Comiste en el muelle los despojos

de tu maleta de agujereada esfinge.

¿Has llorado el inútil resplandor de las piedras,

si la historia es sangre seca en los baldíos?

Tanta memoria prostituta.

Apoyas el ahogo en otra boca.

París, 27-X-2001