El esclavo del demonio
ANTONIO MIRA DE AMESCUA

(Suenan cajas, sale el alarde de los labradores.
Sacan presos a DON DIEGO y DOMINGO.)

DON SANCHO

Ya que a la sierra por ladrones fuimos 25

y en ella no prendimos los ladrones

porque el miedo los hizo fugitivos,

aquí traigo, señor, al homicida

de la bella Lisarda, cuyo caso

en el camino supe; haz dél justicia 30

o remítelo al Rey. Tu injuria venga,

aunque don Diego se ha fingido loco,

que es a veces su fin tenerse en poco.

MARCELO

Como el ave torna al nido,

el mozo al primer amor 35

y el agua al mar desabrido,

así vuelve el ofensor

a manos del ofendido.

Delante los homicidas

vierten sangre las heridas, 40

y esto me sucede a mí

si estoy delante de ti,

que me has quitado dos vidas.

Mis hijos son otro yo,

y así agora que me viste 45

la sangre me reventó,

porque el homicida fuiste

que dos veces me mató.

Dame, falso, mi hija agora.

LEONOR

Ingrato, dame a mi hermana. 50

BEATRIZ

Traidor, dame a mi señora.

DON DIEGO

Déme tu mano tirana

la mujer que mi alma adora.

Dime, ¿qué Erodes judío,

qué Virginio, qué Darío, 55

qué Mandio y Bruto romano,

cuales con su propria mano

hicieran tal desvarío?

Tú eres tu proprio enemigo,

tú proprio le diste muerte 60

por no casarla comigo,

porque el cielo quiso hacerte

ministro de tu castigo.

MARCELO

Loco se nos finge ya.

Así librarse no intente; 65

pero es verdad, claro está,

porque es loco el delincuente

que a las prisiones se va.

Pues dio fortuna esta rueda

para que yo vengar pueda 70

mis hijos, tu fin es cierto,

no por vengar los que has muerto,

mas por guardar la que queda.

Que tu condición tirana

por mi mal he penetrado; 75

así volverás mañana,

y si aora vas perdonado

matarás a la otra hermana.

DON DIEGO

Antes, cruel, es más cierto

que si un noble la desea, 80

por quebrantar el concierto,

la matarás en tu aldea

como a mi Lisarda has muerto.

Viendo tu sangre vertida

no imitó tu alma perdida 85

al pelícano que el pecho

sangra y le deja deshecho

por dar a sus hijos vida.

Tú, fiera que el cielo dome,

Átropos del tierno estambre, 90

deja que venganza tome;

eres búho que con hambre

sus mismos hijos se come.

LEONOR

¡En qué locura que ha dado!

MARCELO

¿Veis cómo ha disimulado? 95

No te librarán embustes.

DOMINGO

Aunque por mí te disgustes

tú mismo me lo has contado:

tú la mataste.

MARCELO

¡Otro loco!

Enciérrense en esa torre, 100

mientras la justicia invoco

del Rey.

DOMINGO

Si Dios no socorre

vivirá Domingo poco.

¿Quién me metió a mí en hablar?

LEONOR

¿Cómo lo puedes negar 105

con tus locuras prolijas

si traes puestas las sortijas

de mi hermana?

MARCELO

Eso es triunfar

de su vida y sus despojos.

¡Ah, pensamientos villanos! 110

Pues por darme más enojos

con anillos en las manos

me quieres sacar los ojos.

Ya confirmo su maldad.

Ponelde en una cadena, 115

que pienso que es caridad

quitar una vida ajena

de virtud.

DON DIEGO

Llegad, llegad,

que como perro rabioso

os desharé entre mis dientes. 120

DON SANCHO

Loco se finge furioso.

MARCELO

Son embustes, no acidentes.

DOMINGO

Tú eres perro, yo soy oso;

defendámonos, señor.

MARCELO

Si es cobarde el que es traidor, 125

sabrás defenderte tarde,

que eres traidor y cobarde.

DOMINGO

¿Tal oigo?

DON SANCHO

Es justo rigor.

Asilde bien.

DON DIEGO

¡Ah, villanos!

¿Sabéis que soy quien merezco 130

respeto de vuestras manos?

MARCELO

Llevaldos.

DOMINGO

Cuervo parezco

combatido de milanos.

¡Mal haya tu necio amor!

DON DIEGO

Dame a mi esposa, tirano. 135

MARCELO

Dame a mi hija, traidor.

 
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