............TEATRO..................TEATRO...........TEATRO

El esclavo del demonio
ANTONIO MIRA DE AMESCUA

En un monte.
Entran DON GIL y LISARDA, en hábito de salteadores con arcabuces.

DON GIL

Ya vendrás arrepentida;
ya te quisieras tomar.

LISARDA

Un delfín cortando el mar,
una cometa encendida,
un caballo en la carrera, 5
en alta mar un navío,
el veloz curso de un río,
rayo que cae de su esfera;
una flecha disparada
del arco, podrán volver 10
atrás, mas no la mujer
una vez determinada.
Delfín, caballo, cometa,
río, flecha, rayo, nave
es la mujer que no sabe 15
ser obediente y sujeta.
Vergüenza y honra preciosa,
interés, miedo y poder
no la podrán detener,
si está agraviada y celosa. 20
Pues yo, que en cólera rabio,
sin vergüenza, honra ni miedo,
¿cómo arrepentirme puedo
antes de vengar mi agravio?
Antes me trae confianza 25
que pues fuiste el instrumento
de las injurias que siento
lo has de ser de mi venganza.
Ésta es del monte la falda
a quien llaman Las Cabecas: 30
de encinas verdes y secas
sustenta un bosque en su espalda.
Aquí en un valle cercano,
que a los ánimos recrea,
tiene mi padre una aldea 35
donde se viene el verano.
De la otra parte don Diego
un pequeño bosque tiene,
donde muchas veces viene
a cazar y holgarse.

DON GIL

Luego, 40
¿aquí pretendes vengarte?

LISARDA

Sí, porque en esta espesura
con vida libre y segura
yo me atrevo a contentarte.
Una tigre seré brava 45
contra el cauto cazador,
pues me han robado el honor,
que era el hijo que criaba.
Haré del miedo moneda,
y compraré a los pastores 50
cabritillos trepadores,
fresca leche y fruta aceda.
El seguro pasajero,
viendo mi alcabuz al hombro
con sobresalto y asombro 55
dará el guardado dinero.
Fuertes murallas haremos
desta sierra, que, si subes,
verás que toca en las nubes
con sus ásperos extremos. 60
Cuando su nieve desata
Julio, por ásperas quiebras
bajan al valle culebras
hechas delicada plata.
Con el calor del estío 65
sudan tanto estas montañas
que en el valle, entre espadañas,
forman un pequeño río.
Dos fuentes hay donde cría
yelos Mayo, y leche Enero, 70
y donde el ciervo ligero
vide correr algún día.
Una cueva hay de pizarras
y de diferentes piedras,
que está aforrada de yedras, 75
y guarnecida de parras.
Todo a palmos lo he medido
porque he sido cazadora,
y la gama voladora
en vano de mí ha huido. 80
Aquí pretendo que pases
el pecho de piedra fría
que grande amor me fingía
para que tú me gozases.
Aquí, cuando al bosque venga, 85
su homicida pienso ser,
sin que el miedo de mujer
lugar en mi pecho tenga.
Aquí le he de dar la muerte,
pues que ha sido el instrumento 90
de las injurias que siento.

DON GIL

¡Fuerte mujer!

LISARDA

Y tan fuerte,
que el mundo me ha de llamar
Semíramis la cruel,
y en cuantos pasen por él 95
quiero enseñarme a matar.

DON GIL

Yo seguiré tus cuidados,
pues soy, ciego con mi error,
hidrópico pecador,
y tengo sed de pecados. 100
Manda que emprenda adulterios,
que latrocinios intente,
que jure, mate y afrente,
que escale los monasterios.
Y mira si peco a prisa 105
por ti en aqueste lugar,
que ayer me vi en el altar
celebrando eterna Misa.
Ayer, en llanto deshecho,
tuve a Dios entre mis manos, 110
y hoy con actos inhumanos
tengo un infierno en el pecho

LISARDA

Gente pasa.
(Pónense las mascarillas.)

DON GIL

El rostro cubre,
y escóndete en estos riscos
coronados de lentiscos 115
verdes a pesar de Octubre.

LISARDA

Morirán.

DON GIL

Si no son tantos
que algún recato nos dan.
Mujeres son.

LISARDA

No podrán
enternecerme sus llantos. 120

(Entran MARCELO y LEONOR, de camino, y BEATRIZ, con un cofrecito.)
 
Página Principal - Poesia - Teatro - Ciberarte - Letras - Alquimias