Las Misiones:
Loreto y una epica del cancionero Jesuitico
por Oscar Portela

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Noticias por tradición y una anécdota

La misma doña Ana Chapay, narró en 1917, ya muy anciana, una curiosa anécdota escuchada en su niñez, de boca de su padre y decía:

"La peregrinación fue dura y penosa, muy llena de privaciones, sirviéndoles de guìa un indio “payaguà”, muy ladino, conocedor de toda la comarca y especie de "baqueano" al estilo de “Calìbar” narrado por Sarmiento. Marchaban con las imágenes en andas, portaban sus ropas y demás enseres, alhajas, tesoros, etc. en maletas y bolsas que llevaban a cuesta, a piè, generalmente de noche, por ocultarse para que no los descubran los enemigos, en su marcha. El indio "payaguá" se echaba a tierra cada vez que creìa conveniente y oportuno, puesto el oído sobre la superficie terrestre, auscultaba todo ruido o movimiento producido a una gran distancia a la redonda, para advertir o avisar los peligros que pudieran asecharlos a fin de ocultarse oportunamente en los bosques que bordeaban los caminos por donde huìan, o en ùltimo caso disponerse a la defensa por las armas hasta sucumbir antes de ser arreados como manso rebaño.

Asì marcharon muchos dìas y una vez, a la altura del zanjòn de “Santa Lucia” (actual juridicciòn de Ituzaingó y entonces de la reducción de San Carlos), el baqueano diò la vez de alerta, comunicando que el enemigo se encontraba a no mucha distancia è inmediatamente se ocultaron en un espeso bosque, las mujeres y los niños màs adentro y en la periferia los hombres para realizar la defensa si la ocaciòn se presentaba.Después de una hora, volvió a avisar que el peligro pasò y reanudaron la marcha sin novedad.

Mas tarde entraron en la “Tranquera de Loreto”, así denominada porque dicho zanjòn en su corto cruce transversal del Paraná a los esteros de Iberá, cortaba el tráfico entre los pueblos de Misiones y la estancia de la Virgen de Loreto, terreno de la juridicciòn de Corrientes, donde los jesuitas tenìan sus grandes establecimientos ganaderos, ùnica abertura terrestre para entrada y salida, verdadera tranquera.

Posiblemente, además de la seguridad que les proporcionaba esta región, trìan a la patrona de Loreto a su estancia, guaderìa perteneciente a aquella comunidad, ya que la propiedad particular era desconocida entre los misioneros.

Desde entonces, la columna hacìa frecuentes altos para descansar de las fatigas sufridas en los lugares propicios, donde encontraban elementos de subsistencia.

Se hallan jalonados en la ruta que siguieron en su marcha los peregrinos misioneros, de distancia en distancia nombres de parajes “San José”, “San Joaquín” “Santa Ana”, “San Isidro” y “San Juan”, que pudieron ser los lugares en que quedaran algún tiempo a pernectar o descansar, tares fértiles, buenas aguadas, abundante ganado, especialmente vacuno, que les proporcionarìa abundantes víveres y albergue natural.

Al fin, la columna hizo un alto definitivo en “Loma Yatebù”, tierra de extensos cocales en la proximidad de lagunas, donde existìa una quinta de naranjos dulces que en otrora pudo ser un puesto ganadero y se dispusieron a fundar y organizar la población con la que soñaban, en reemplazo de la misionera destruida por los portugueses y a la que pusieron el mismo nombre de “Loreto”. Que habìan llegado en pleno verano, posiblemente en diciembre albergándose del excesivo calor solar a la sombra de los naranjos de espeso follaje, uno de cuyos ejemplares, conocido como “naranjo Paí Pajarito”, que permanecía verdeante y con hermosas pomas al celebrarse el centenario de su fundación, árbol històrico al que se colocó una placa y actualmente extiguido, dicha placa se trasladó al manolito cercano ubicado en la calle de la misma esquina.-

 

REDUÇÕES JESUÍTICAS NO BRASIL - IMAGENS

Partim in: http://www.loretocorrientes.com.ar/historia.htm
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