LA MATERIA, EL VACÍO Y LA MENTE

“En la rueda, lo importante, no son los rayos sino el espacio entre ellos”
Tao Te King“

En el siglo XVIII, un hombre hizo una osada afirmación: “la materia no existe”, en esa época había que ser muy influyente para decir una cosa como esa, pero claro quien lo decía era un obispo llamado GEORGE BERKELEY.

Esta afirmación podía haber pasado desapercibido si no fuese por su más desaforado crítico, el Dr. Samuel Johnson, quien golpeó su pie con rabia contra una gran piedra al mismo tiempo que exclamaba: “Ésta es mi refutación!” (1)

Durante toda la historia, se planteó la necesidad de entender de qué estabamos compuestos. En la época de Grecia, los grandes filósofos creían descifrar de qué estábamos compuestos, pero fue Demócrito (460-370 a.de C.) quién encontró una salida y en ésa época sin tecnología, sólo en su mente y pensamiento, que todo lo material, estaba compuesto de diminutas partículas llamadas átomos.

“Además, los átomos, siempre según Demócrito, son móviles, lo que explicaría el hecho de que las cosas puedan cambiar de lugar o variar de aspecto. En su teoría atómica existen dos afirmaciones sobresalientes: una, que los átomos existen, y dos, que éstos se pueden mover libremente en el espacio. De ello se deduce que en el mundo hay dos componentes esenciales, los átomos y el vacío.” (2)

Entonces, ¿somos átomo y vacío?

No, con la ciencia ya a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, se comprobó que los átomos estaban compuestos de protones, electrones y neutrones girando alrededor de un núcleo formando como una cáscara alrededor del mismo.

Entonces, ¿Qué hay en el núcleo? ¿Es el núcleo del átomo la partícula más pequeña del universo?

No. Existe todavía algo más pequeño, los QUARKS Esta respuesta la tiene la Mecánica Cuántica. Pero, para entender el tamaño de un átomo en relación a su núcleo y el núcleo en relación a un QUARK, debemos tomar este siguiente ejemplo: “Si ampliásemos un atomo de hidrógeno hasta el tamaño de una catedral, los electrones no serían mayores que una moneda. El núcleo podría ser un solo sacerdote en la inmensidad del templo. El resto del átomo está vacío.” (3). Ahora si ampliásemos al sacerdote hasta el tamaño de la Estatua de la Libertad, los QUARKS serían monedas subiendo y bajando a través de ella.

Bien, aquí va nuevamente la pregunta: ¿Somos materia? ¿Somos vacío? ¿Qué somos? Esta es una pregunta que desde la antigüedad viene el hombre preguntándose.

Ahora bien, desde siempre los grandes místicos y maestros han dicho que en el universo todo es vibración y energía. Por tanto la relación entre los hombres y el hombre con la materia está provocado por la relación energía-vibración.

Hagamos la siguiente reflexión. Cuando queremos alcanzar un objetivo, nos movemos más, utilizamos toda nuestra mente, experimentamos el cambio a nuestro alrededor. Por tanto, entramos en sintonía vibrando con nuestro objetivo que es ideal. Y empleando toda la energía posible, osea, nuestros átomos se mueven y nos transmiten un cambio exterior.

Este cambio exterior, es relativo, ya que nuestro cuerpo y nuestra mente están compuestos de algo que es y no es al mismo tiempo.

En el Manual del Aprendiz de Aldo Lavagnini, hablamos de la ilusión y la realidad, pero esta realidad material está compuesta de átomos y éstos están compuestos de vacío y algo pequeño que llamamos QUARK. Entonces. ¿Que es real, que es material?

La ciencia ha tratado de establecer los conceptos de materia y no-materia.

Pero dentro de nuestros templos hemos aprendido que la realidad es una verdadera ilusión. Lo real o mejor, lo más importante para el iniciado es el cambio que puede operar en su mente. Por ello el Kibalyon, como principio Hermético habla de que en el Universo todo es mente.Todo lo que gira a nuestro alrededor es ilusión.

Es cierto el Obispo BERKELEY, llamó a la reflexión de que la materia no existe; pero el pie lastimado del Dr. Johnson lo habrá hecho dudar.

Es que ese es un principio de la física cuántica, el de la incertidumbre.

Ahora bien, los principios Herméticos hablan de Ritmo, Vibración, energía, mente, polaridad, etc. y en realidad están hablando de algo inmaterial.

Por tanto, nuestra mente puede cambiar operando sobre la materia-ideal-ilusión a través de nuestro pensamiento.

Es este el camino del iniciado operar el cambio desde dentro, desde la parte intangible de nuestro universo mental. Los cambios se producirán en la realidad-ilusión pero con un cambio muy poderoso en el universo. Por ello, cuando hablamos que en este recinto simbólico la logia es el del Cenit al Nadir de Norte a Sur y de Oriente a Occidente, estamos hablando de lo infinito, osea, empezamos experimentando un pensamiento mucho más amplio que cuatro paredes.

La mente del hombre es ilimitada, porque podemos pensar en cosas imposibles, en realidades que operan en nuestra imaginación. Los límites a nuestra mente son los límites que nosotros nos ponemos. Divagar no es un acto irracional. “La razón de la Sinrazón” dice un refrán.

Despertar el cambio, en nuestra mente, en nuestro universo, es el verdadero cambio, con el pequeño cambio que operamos en nuestra mente, estamos moviendo el universo.

Pasemos a un ejemplo: en este universo simbólico de la Logia, nosotros somos los que cambiamos y saliendo del mismo, no estamos saliendo del universo la seguimos cambiando. Este recinto es como la cáscara de huevo del átomo y nosotros los que nos movemos dentro, los que operamos el cambio.

En el Siglo I A.C., un Ingeniero Romano decía, “ya todo está inventado, ya nada podemos hacer”, o Bill Gates, en año 1980 aproximadamente, “con 280 Megabytes basta y sobra”. Que gran error, la humanidad se ha desenvuelto en realidades e ilusiones y las ilusiones han ido provocando cambios desde el Ingeniero Romano hasta la actualidad y todo ha sido obra de la mente.

Por tanto mis hermanos, nuestra mente es ilimitada. Tan ilimitada que es vacío y QUARKS a la vez. Pero, no nos limitemos, puede ser que haya algo mas pequeños que el QUARK.

30/08/01

(1) ¿Está vacía la materia? Paul Davies. Artículo de la Revista Muy Interesante, N° 96 – Octubre 1993. – Editorial Garcia Ferré-Buenos Aires-Argentina.

(2) Idem.

(3) La apertura del tercer ojo, Dr. Douglas Baker, Editorial Edaf, España.

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